En la primera parte de este artículo analizamos algunos de los beneficios nutricionales y propiedades saludables de la pera, que son motivos más que suficientes para introducir una pieza de esta fruta en la dieta diaria.

Por si no quedaste plenamente convencido, a continuación te contamos varias razones más para que la pera no falta en tu lista de la compra.

11 razones para comer una pera todos los días (II)

La pera estimula tu belleza natural

La pera actúa positivamente en la piel, el cabello y los ojos gracias a su alto contenido en vitamina A y en luteína y zea-xantina, antioxidantes que reducen los efectos del envejecimiento. La pera también puede ayudar a reducir y prevenir la pérdida del cabello. Además, la pera ayuda a prevenir la degeneración macular, las cataratas y otros problemas de la vista asociados con el proceso de envejecimiento.

La pera favorece la salud intestinal

La pera, gracias a su alto contenido en fibra, es muy saludable para la digestión. La fibra de la pera facilita la digestión actuando como agente de carga y estimulando la secreción de jugos gástricos y jugos digestivos. La pera también ayuda a regular los movimientos intestinales, a prevenir el estreñimiento y regular la diarrea.

La pera ayuda en la reparación de los tejidos

La vitamina C presente en la pera (así como en otras frutas y verduras) ayuda a mantener el metabolismo para que el organismo funcione correctamente, incluyendo la formación de nuevos tejidos y estructuras celulares. Concretamente, la cicatrización de heridas se acelera con altos niveles de vitamina C, así como la reparación de los vasos sanguíneos dañados.

La pera fortalece el sistema inmunológico

La vitamina C de la pera también ayuda a fortalecer el sistema inmonológico, ya que estimula la producción y la actividad de las células blancas de la sangre. Diversos estudios  han revelado que introducir la pera en la dieta de forma habitual puede prevenir y curar el resfriado común, la gripe u otras enfermedades leves.

La pera mejora tu circulación y aumenta el número de glóbulos rojos

Las personas que sufren anemia o deficiencias de algún otro mineral deberían fijarse más en la humilde pera. La pera es rica en  cobre y hierro, lo que facilita y mejora la absorción de los minerales en el sistema. El aumento de los niveles de hierro también implica  un aumento en la síntesis de glóbulos rojos.

Tener niveles adecuados de hierro y otros minerales puede ayudar a prevenir la fatiga, el mal funcionamiento cognitivo, la debilidad muscular y el mal funcionamiento del organismo.

La pera ayuda a controlar la diabetes

La pera tiene un bajo índice glucémico, por lo que es ideal para aquellas personas con problemas de diabetes o niveles altos de azúcar en sangre.  El flujo sanguíneo absorbe muy lentamente los carbohidratos de la pera, lo que permite controlar los niveles de glucosa.

La pera reduce la inflamación

Los componentes antioxidantes y flavonoides de las peras pueden provocar efectos anti-inflamatorios en el cuerpo y reducir el dolor asociado con enfermedades inflamatoria, incluyen los síntomas de la artritis, enfermedades reumáticas y otras.

La pera ayuda a mantener los huesos  fuertes

La pera es rica magnesio, manganeso, fósforo, calcio y cobre, minerales que pueden ayuda a reducir  la pérdida de mineral óseo y a prevenir enfermedades debilitantes como la osteoporosis y la debilidad general del cuerpo debido a la falta de apoyo óseo.

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