La amistad es un tesoro que hay que cuidar. Pero como se habla con tanta ligereza de los amigos y suele tratarse el tema de manera superficial, no todo el mundo entiende bien la amistad, y eso lleva a cometer errores. Es más, como tener amigos está de moda y es lo más normal del mundo, creemos que es algo natural y que nos tienen que aguantar con lo que haya.

Pues no, estás muy equivocad@ con esto si piensas así. Porque solo con un poco de suerte será tu madre la que aguante, a pesar de todo. Porque una cosas es tener defectos, y otra muy distinta es no cuidar y respetar tus relaciones con los demás.

Dicho esto, vamos a ver esos

Error #1 – Pensar que todas las amistades son iguales

Cada persona es de una manera, y cada relación también. No es lo mismo un amigo de la infancia y que un amigo del trabajo, o una persona con la que has trabado amistad como voluntario en una causa social, por poner algunos ejemplos. Y eso sin tener en cuenta a cada tipo de persona. Tus amigos nos tienen por qué se igual que tú, ni compartir todos tus gustos, así que mucho menos van a ser iguales entre ellos.

Con algunas personas puedes hablar de unos temas que con otras no, y no tiene nada que ver con la confianza o con guardar secretos. Simplemente, hay temas o formas de tratar esos temas que se hablan igual con todo el mundo. Hay que tener en cuenta muchas cosas, como la sensibilidad política o religiosa, las creencias personales, las experiencias de vida, las experiencias comunes, etc.

Por otra parte, está el tema del trato hacia el otro y de la actitud. Aunque deberías tratar de moderarte siempre, hay cosas que un amigo de la infancia puede perdonarte y aguantarte, pero con los que has hecho después, la cosa cambia.

En general, con algunos amigos podrás estar completamente suelto, hablar de lo que te apetezca en los términos que te parezca y ser como quieras, pero con otros tendrás que cuidar un poco más las formas y adaptarte a las circunstancias.  No se trata de ser quien no eres para encajar, sino de adaptarte.

Error #2 – Pensar que con un primer contacto la amistad es para siempre

Conoces a alguien, os caéis bien, quedáis un par de veces, os cambiáis los números de teléfono, os divertís juntos y parece que todo va las mil maravillas. Pero eso no significa que seáis amigos. La amistad se crea con el tiempo, y no le puedes pedir al otro que se comporte como si tuviera contigo un vínculo de amistad que la atara a algún tipo de compromiso. Ni tampoco puedes pedirle que responda a tus necesidades y planteamientos como lo hacen -hacían o harían- tus amigos.

Error #3 – Pensar que un amigo lo perdona todo

Esto no es así exactamente. Un amigo de verdad puede perdonarte, sí, pero eso no significa que lo que hagas no afecte de alguna manera a vuestra amistad. De hecho, pasarte de la raya una y otra vez va a desgastar la relación, porque el otro, tarde o temprano, va a detectar esa actitud tuya como un abuso. Y que tú abuses del otro no dice nada bueno de ti. Que no le tengas en cuenta y te comportes de manera tóxica y abusiva hará que tus amigos se alejen, no porque no sean ya tus amigos, sino porque tu veneno les perjudica.

Error #4 – Pensar que la amistad surge de manera natural

La amistad no que surja de manera natural, algo a lo que la gente está predispuesta cuando conoce gente nueva. De hecho, puedes establecer relaciones cordiales con gente de tu entorno sin que la amistad surja. Es la diferencia entre los que unos llaman «tener amigos» y «tener amistades». Los términos confunden, pero la realidad es que amigos se tienen muy pocos y amistades se pueden tener muchísimas. Pero muchas personas piensas que esas «amistades» son realmente amigos porque es algo natural que surge cuando la gente habla, ríe, se divierte o incluso hacen algo juntos.

Si quieres saber más cosas sobre lo que debes evitar en tus relaciones personales para mejorarlas, no te pierdas el artículo 5 cosas que la gente hace en lugar de disculparse… y que no sirven para nada.