El estrés te puede afectar de forma muy diversa, tanto física como emocional. En lo que se refiere al cerebro, el estrés puede causarte problemas muy importantes que merece la pena tener en cuenta para comprender hasta qué punto es importante aprender a gestionarlo.

El estrés puede conducir a síntomas físicos, como dolores de cabeza y dolor de pecho. También puede producir problemas del estado de ánimo, como ansiedad o tristeza. Incluso puede llevar a problemas de comportamiento, como arrebatos de ira o comer en exceso.

Lo que quizá no sabes es que el estrés también puede tener un impacto serio en su cerebro. Ante el estrés, el cerebro pasa por una serie de reacciones diseñadas para movilizarse y protegerse de posibles amenazas. Aunque muchas de estas reacciones son positivas, algunas pueden causar problemas de diversa índole.

Los investigadores han encontrado que, a veces, el estrés puede ayudar a agudizar la mente y mejorar la capacidad de recordar detalles de lo que está sucediendo. En otros casos, el estrés puede producir una amplia gama de efectos negativos sobre el cerebro que pueden contribuir a la enfermedad mental o a la reducción del volumen del cerebro.

El estrés puede afectar a tu memoria

Si alguna vez has tratado de recordar los detalles de un evento estresante, probablemente tengas dificultades para recordarlo. Esto se debe al estrés, que hace que los eventos negativos puedan ser difíciles de recordar. Incluso el estrés relativamente menor puede tener un impacto inmediato en la memoria, por ejemplo, cuando intentas localizar algo tan cotidiano como las llaves o el bolso y tienen tal nivel de estrés que no puedes recordarlo.

En este sentido, un estudio encontró que el estrés crónico tiene un impacto negativo en lo que se conoce como la memoria espacial o capacidad para recordar información de la ubicación de los objetos en el medio ambiente, así como la orientación espacial.

El impacto total del estrés en la memoria depende de diversas variables, una de los cuales es el tiempo. Numerosos estudios han demostrado que cuando se produce el estrés inmediatamente antes de aprendizaje, la memoria puede ser mejorada para ayudar a la consolidación de la memoria.

Por otro lado,se ha demostrado que el estrés  impide la recuperación de la memoria. Por ejemplo, los investigadores han demostrado en repetidas ocasiones que la exposición al estrés justo antes de una prueba de retención de memoria conduce a una disminución del rendimiento.

El estrés mata las células cerebrales

En un estudio realizado por investigadores de la Universidad Rosalind Franklin se descubrió que un solo evento social de estrés puede matar neuronas nuevas en el hipocampo, una una de las regiones del cerebro asociadas con la memoria, las emociones y el aprendizaje. También es una de las dos áreas del cerebro donde se produce la neurogénesis -la formación de nuevas células cerebrales-.

El estrés se encoge el cerebro

El estrés puede conducir a la contracción en las áreas del cerebro asociadas con la regulación de las emociones, el metabolismo y la memoria. Los investigadores sugieren que el estrés diario que todos padecemos y que nos parece normal, con el tiempo puede contribuir a padecer una amplia gama de trastornos mentales.

En un estudio, investigadores de la Universidad de Yale descubrieron que el estrés crónico parece tener poco impacto en el volumen del cerebro por sí solo, e incluso puede hacer que las personas sean más vulnerables a la contracción del cerebro cuando se enfrentan con momentos de estrés de gran intensidad, como el estrés traumático.

El estrés crónico aumenta el riesgo de enfermedad mental

El estrés crónico puede hacernos más susceptibles a la enfermedad mental. De hecho, en un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de California, los investigadores encontraron que el estrés crónico produce cambios a largo plazo en el cerebro. Estos cambios podrían ayudar a explicar por qué los que experimentan estrés crónico también son más propensos a padecer trastornos del estado de ánimo y ansiedad,

Los investigadores descubrieron que la tensión creada por el estrés crea más células productoras de mielina, pero menos neuronas de lo normal. El resultado de esta interrupción es un exceso de la mielina en ciertas áreas del cerebro, lo cual interfiere con la sincronización y el equilibrio de la comunicación. En concreto, los investigadores observaron cómo el estrés afectada del cerebro hipocampo, y sugieren que el estrés podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de trastornos mentales como depresión y diversos trastornos emocionales.

El estrés cambia la estructura del cerebro

Los investigadores de la Universidad de California también encontraron que el estrés crónico puede provocar cambios a largo plazo en la estructura y función del cerebro.

El cerebro está formado por neuronas y células de apoyo, conocidas como «materia gris». La materia gris es la responsable de la toma de decisiones y la resolución de problemas. Pero el cerebro también contiene lo que se conoce como «materia blanca», que se compone de todos los axones que conectan con otras regiones del cerebro para comunicar información.

La materia blanca se llama así debido a la grasa, una funda blanca conocida como mielina, que rodea los axones y que acelera las señales eléctricas que se utilizan para transmitir información a través del cerebro.  El exceso de producción de mielina que los investigadores observaron debido a la presencia de estrés crónico no sólo da lugar a un cambio a corto plazo en el equilibrio entre la materia blanca y la materia gris, sino que también puede provocar cambios duraderos en la estructura del cerebro.

 

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