La insuficiencia venosa crónica (IVC) es el nombre técnico de lo que popularmente se conoce como pesadez de piernas o síndrome de piernas cansadas. Esta enfermedad afecta a un número elevado de personas. Aunque es más frecuente en mujeres, los hombres también sufren lo suyo con esto.
¿La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad grave? ¿Por qué se produce? ¿Cuáles son sus síntomas más comunes? A continuación damos respuesta a todas estas preguntas.
¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica aparece cuando las venas tienen problemas para retornar la sangre d al corazón.
Esta incapacidad se produce debido a la pérdida de elasticidad de las venas, las cuales se deforman, provocando que las válvulas que controlan la presión y el flujo sanguíneo no cierren bien. El resultado es la imposibilidad de ascenso o retorno de la sangre, que se queda acumulada en las piernas, o que provoca la estasis venosa que conocemos como insuficiencia venosa crónica (IVC).
Permanecer muchos tiempo de pie, especialmente con tacones altos, y la ropa excesivamente ajustada son otros factores que también favorecen esta enfermedad.
Aunque en principio la insuficiencia venosa crónica no es una enfermedad grave, sí que puede ser un problema limitante y molesto y que, si no se trata adecuadamente, puede derivar en problemas serios relacionados con la circulación, como la trombosis venosa y el tromboembolismo.
Causas de la insuficiencia venosa crónica
El sedentarismo, el exceso de sodio en la alimentación y una mala higiene postural pueden influir a la hora de padecer IVC, así como el exceso de peso. Ciertos medicamentos también pueden contribuir a sufrir esta enfermedad. Es el caso de los antidepresivos, la píldora anticonceptiva o los antiinflamatorios, que pueden provocar retención de líquidos (edemas), los cuales foverecen la aparición de IVC.
La insuficiencia venosa crónica puede ser provocada por desarreglos hormonales (motivo por el cual es más frecuente en hombres que en mujeres). Estos desarreglos son especialmente acusado durante la menstruación y el embarazo, momentos en los que las mujeres son más propensas a retener líquidos.
Síntomas de la insuficiencia venosa crónica
El síntoma más común de la insuficiencia venosa crónica es el dolor intenso y pesadez en las piernas, incluso los calambres. Estos dolores y calambres empeoran al parar. Estos dolores mejoran notablemente al poner las piernas en alto (ya que esto ayuda al retorno de la sangre).
Es un síntoma también común de la insuficiencia venosa crónica sufrir hinchazón en las piernas así como la sensación de picazón y hormigueo.
Otros síntomas que aparecen a medida que el problema empeora son la aparición de venas varicosas superficiales, el enrojecimiento de piernas y tobillos, el cambios en el color de la piel alrededor de los tobillos, lipodermatoesclerosis (engrosamiento y endurecimiento de la piel en las piernas y en los tobillos), úlceras en las piernas y en los tobillos e incluso heridas de lenta sanación en la parte inferior de las piernas o en los tobillos.
Prevención y tratamiento de la insuficiencia venosa crónica
En el próximo artículo te contaremos cómo prevenir insuficiencia venosa crónica o síndrome de piernas cansadas para que este problema no te impida realizar tu vida normalmente.