Cuando padecemos estrés determinadas actividades o hábitos pueden contribuir a agravarlo severamente. A menudo, la dificultad para concentrarnos causada por el estrés nubla nuestro buen juicio y recurrimos a soluciones que sólo empeoran la situación, convirtiéndose en nuevos focos de estrés.

En la primera entrega de estos artículos te contábamos una serie de hábitos que debes evitar. Si no la has leído te recomendamos encarecidamente que lo hagas ahora mismo.

Multitarea

Al igual que la asunción de excesivas responsabilidades, pretender realizar demasiadas tareas al mismo tiempo sólo se convertirá en una nueva causa de estrés, que seguirá minando nuestra productividad y generándonos más ansiedad.

Resolver problemas ajenos

La generosidad es un acto hermoso o lleno de virtud pero, por desgracia, cuando estamos sometidos a un excesivo estrés se vuelve una forma de huir de nuestros problemas, lo que a la larga dificultará que resolvamos la causa u origen de nuestro estrés. Además, cuando estamos sumidos en un estado de ansiedad, y nos ofrecemos a resolver los problemas de otras personas, nos arriesgamos considerablemente a fallar en nuestro propósito, lo cual sólo generará decepción por parte de aquellos, convirtiéndose en una nueva causa de estrés y pérdida de autoestima.

Actividad física nocturna

Si tu estrés a derivado en dificultades para conciliar el sueño, una de las peores actividades que puedes realizar es llevar a cabo algún tipo de actividad física intensa a última hora de la tarde o por la noche. El ejercicio físico es fantástico para reducir el estrés pero, por desgracia, se convierte en un terrible enemigo si lo realizamos pocas horas antes de irnos a dormir. Esto es debido a que estimula nuestro sistema nervioso, haciendo más difícil que conciliemos el sueño. En su lugar, opta por alguna de nuestras técnicas anti estrés, las cuales te ayudarán a relajarte poco antes de dormir.

Actividad intelectual nocturna

Al igual que el ejercicio físico, llevar a cabo algún tipo de actividad intelectual por la noche -especialmente si puede suponer un esfuerzo para nuestra vista– sólo contribuirá a dificultar nuestro sueño y, con ello, el descanso necesario para recuperarnos de una jornada especialmente estresante. Leer en la cama cuando no podemos dormir o incluso ver la televisión o encender el ordenador y navegar por internet, son hábitos muy frecuentes entre las personas que sufren estrés agudo crónico y no pueden conciliar el sueño con naturalidad. En su lugar, es mucho mejor optar por técnicas de relajación acompañadas por alguna de nuestras infusiones anti estrés.

Como puedes ver, hay una serie de actividades que, a priori, parecen inofensivas pero pueden causar estragos si estamos padeciendo un estrés continuado. Prestar atención a nuestros hábitos diarios y evitar aquellos que son perjudiciales es un requisito imprescindible si queremos poner solución a nuestro problema de estrés. ¿Estabas cometiendo alguno de estos errores frecuentes? ¿Le has puesto solución? ¿Qué cambios has notado?

Imagen: Bhernandez