En la primera parte de este artículo hablamos sobre algunas de las causas que provocan fatiga y cansancio. También vimos algunas formas de evitar esa sensación de cansancio continuo que tan difícil puede hacer sobrellevar el día a día.

Vimos que la interrupción de los ciclos del sueño y dormir poco, comer una dieta rica en azúcares y saltarse el desayuno podían provocan cansancio, somnolencia y letargo, entre otros muchos problemas.

A continuación seguiremos analizando las razones que pueden estar detrás de la sensación de cansancio continua y cómo solucionarlo.

Deficiencias nutricionales

La anemia, que causa fatiga, debilidad y falta de concentración, es una de las causas que puede estar detrás de la sensación de cansancio continuo. La anemia es una condición que se desarrolla cuando no hay suficientes glóbulos rojos presentes en la sangre para transportar una cantidad suficiente de oxígeno a los tejidos corporales. Hay más de 400 tipos de anemia, pero los tipos más comunes son causadas por deficiencias de hierro y vitaminas.

Para tratar y prevenir las anemias por deficiencia de nutrientes, la dieta debe incluir:

  • alimentos ricos en hierro, como carne, pescado, legumbre, huevos, frutos secos, y espinacas
  • alimentos ricos en ácido fólico, como cítricos, legumbres, cereales, plátanos y pasta
  • alimentos ricos en vitamina B12, como productos lácteos, carne y huevos
  • alimentos ricos en vitamina C, como pimiento, brócoli, kiwi, cítricos y melón.

No hacer suficiente ejercicio

Estar agotado por el trabajo no es excusa para no hacer ejercicio. El ejercicio ayuda a que aumenten los niveles de energía, aunque parezca mentira.

Analizando 70 estudios que involucraron a 6.807 participantes sedentarios que sufrían de fatiga persistente, un grupo de investigadores encontró que más del 90% de los estudios llegó a la misma conclusión: las personas que hacían ejercicio regularmente reportaron un aumento de energía.

Solucionar este problema y hacer ejercicio es tan sencillo como caminar más, usar las escaleras en vez del ascensor, bajarse un par de paradas antes del autobús o dejar el coche lejos del trabajo. Aunque sería muy interesante practicar otras actividades, que pueden ser de alta intensidad o de baja de intensidad (como yoga o pilates).

Intolerancia alimentaria

Si te entre sueño de 10 a 30 minutos después de comer ciertos alimentos, es posible que tengas una alergia a los alimentos sin diagnosticar o intolerancia a un tipo específico de comida.

Existe una marcada diferencia entre la alergia y la intolerancia. Las alergias alimentarias son una respuesta inmune cuando el cuerpo lucha contra un alimento en particular que se percibe como perjudicial. Las reacciones más comunes incluyen hinchazón, dificultad para respirar, dolor en el pecho, el eccema y mareos.

Por el contrario, la intolerancia a los alimentos es un aumento de la sensibilidad a un tipo de alimento. Generalmente es causada por una falta de enzimas digestivas en el estómago que impiden que la comida sea absorbida apropiadamente. Los síntomas de la intolerancia a los alimentos incluyen hinchazón, dolores de cabeza y acidez estomacal. Aunque las alergias alimentarias tienden a ser más graves, ambas condiciones tienen en común síntomas de dolor de estómago, náuseas, vómitos, diarrea y fatiga.

Para solucionar este problema es necesario identificar cuál es el alimentos problemáticos. Puedes ir al médico o usar una estrategia casera basada en la observación, eliminando de la dieta el alimento que creas que puede hacerte daño durante varias semanas para ver qué pasa. Empieza por la leche y los productos lácteos.

En la siguiente entrega seguiremos profundizando sobre este tema.