No todos los diuréticos son iguales, hay muchos tipos de sustancias diuréticas y, si queremos beneficiarnos de sus virtudes sin arriesgarnos a padecer efectos secundarios adversos -como la deshidratación y una bajada de tensión-, conviene conocer su tipología.

Diuréticos naturales

Debido a la proliferación de dietas naturistas para mejorar el aspecto de la piel y reducir peso, la gente comienza a estar algo familiarizada con la existencia de determinados diuréticos de origen natural. Hay que tener en cuenta que éstos pueden consumirse directamente en su fuente orgánica o bien optarse por algún tipo de concentrado en forma de comprimido o esencia.

Alimentos diuréticos

A menudo no somos conscientes de que estamos consumiendo alimentos que tienen un gran efecto diurético. El café, el melón, la sandía, la naranja o los espárragos son algunos ejemplos de este tipo de alimentos –siempre de origen vegetal- que tienen  propiedades diuréticas. Su inclusión así en la dieta es una forma excelente de depurar nuestro organismo favoreciendo la eliminación de toxinas mediante un incremento de la orina.

Hierbas diuréticas

Quizá la hierba diurética más conocida sea la cola de caballo, que consumida en infusión tiene excelentes efectos diuréticos. Sin embargo, hay muchas más alternativas como el enebro, el diente de león o incluso el perejil. De esa manera, podemos comprobar qué las hierbas diuréticas no son dominio exclusivo de las infusiones sino que también pueden ser empleadas como aderezo en nuestras comidas.

Alcohol

La inhibición de la hormona antidiurética (HAD) argipresina es uno de los efectos más notables del consumo de alcohol, es por ello que técnicamente es considerado un diurético natural. No obstante, y por motivos obvios, el uso terapéutico del mismo está totalmente contraindicado, no sálamente por el enorme aporte calórico sin base nutricional del alcohol, sino por las terribles consecuencias que su abuso tiene sobre nuestro organismo.

Diuréticos farmacológicos

Como ya expresamos cuando explicamos en qué consistían los diuréticos, el uso de fármacos para la eliminación de líquidos debería tener lugar siempre bajo prescripción médica debido a que sus efectos son mucho más potentes que los de los diuréticos naturales y, además, cuentan con efectos adversos peligrosos para la salud. Debe tenerse en cuenta que hay muchos tipos de diuréticos farmacológicos cuyo funcionamiento es distinto. En este caso, vamos a ceñirnos a los dos más importantes para destacar así la importancia de diferenciar las aplicaciones prácticas en comparación con los diuréticos naturales.

  • Diuréticos inhibidores de la anhidrasa carbónica

El uso de este tipo de diuréticos tiene como objetivo inhibir la reabsorción del sodio bicarbonato en los túbulos proximales, que son parte del riñón, órgano encargado del filtrado de toda la sangre que pasa por nuestro cuerpo. Según las necesidades de nuestro organismo determinados minerales son reabsorbidos a través del riñón.

  • Diuréticos ahorradores de potasio

Este tipo de diuréticos se prescriben fundamentalmente para la reducción de la presión arterial y casi siempre como refuerzo para otros diuréticos. Si se utilizaran en solitario generarían un aumento de los niveles de potasio, poniendo en peligro la salud del paciente.

  • Diuréticos en la industria alimenticia

Muchos de los productos sin azúcar o light que se venden en los supermercados utilizan manitol como edulcorante sustitutivo. En medicina es utilizado como diurético osmótico para prevenir el edema cerebral, reducir la presión intraocular o tratar el síndrome del desequilibro. Debe tenerse en cuenta que tiene efectos diuréticos y laxantes, de manera que abusar de determinados alimentos light o chicles sin azúcar puede darnos alguna que otra sorpresa inesperada.

¿Conocías los distintos tipos de diuréticos? ¿Sabías que son utilizados en la industria alimenticia como edulcorantes?

Imagen: Jaione Dagdrømmer