Tal vez lo hayas oído alguna vez o simplemente lo hayas intuido. Al fin y al cabo, parece lógico pensar que beber un vaso de agua antes de comer será más fácil sentirse saciado y comer menos y, por lo tanto, perder peso.

Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Birmingham (Inglaterra) ha demostrado que beber 500 ml de agua media hora antes de comer en las comidas principales puede ayudar a los adultos obesos a perder peso. Los científicos creen que esta simple intervención podría ser muy beneficioso y podría promoverse fácilmente a través de campañas de salud pública.

Un vaso de agua antes de cada comida puede ayudar a perder peso

Qué ocurre cuando bebes medio litro de agua antes de las comidas

Los investigadores reclutaron a un grupo de adultos obesos y les hicieron un seguimiento durante un periodo de 12 semanas.

Cada uno de los participantes pasó una consulta de control de peso y a todos se les aconsejó cómo adaptar su estilo de vida y mejorar su dieta, así como sus niveles de actividad física. A 41 de los participantes se les pidió que bebieran medio litro de agua antes de cada comida. Al resto se les aconsejó imaginar que tenían el estómago lleno antes de comer.

Los que bebieron agua antes de comer una vez al día perdieron, de media, 1300 gramos más de peso que los del grupo de control. Sin embargo, los que bebieron agua antes de las tres principales comidas perdieron una media de 4.3 kg en las 12 semanas. Por su parte, los que bebieron agua ni una sola vez antes de las comidas solo perdieron 800 gramos de media.

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Un gesto simple y barato para perder peso

Los investigadores dicen que el valor de estos hallazgos está en la simplicidad. «Sólo beber medio litro de agua, tres veces al día, antes de las comidas principales puede ayudar a reducir su peso», dijeron. «Cuando se combina con breves instrucciones sobre la forma de aumentar la cantidad de actividad física y una dieta saludable, esto parece ayudar a la gente a lograr una pérdida de peso adicional».

Hay que aclarar que a los participantes se les dijo que bebieran agua normal. Para el estudio no se permitió beber agua con gas, ni refrescos gaseosos ni bebidas azucaradas, ni siquiera bebidas light.

El estudio, publicado en la revista Obesity mostró resultados iniciales alentadores y el equipo espera que los resultados den lugar a nuevas investigaciones sobre los beneficios de beber agua antes de las comidas.

Los investigadores concluyen que «la pérdida de unas pocas libras de más en el transcurso de un año puede ser significativo para un individuo, y esto podría ser una manera fácil de ayudar con la pérdida de peso. Es un mensaje simple que tiene el potencial de hacer una contribución real para la salud pública «.

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