La ansiedad y la depresión actualmente son los dos trastornos mentales más comunes en la mayoría de las sociedades del mundo. Generalmente, estos padecimientos se inician en la edad adulta temprana (entre los 25 a 40 años). Si no son tratados a tiempo, suelen tomar un curso crónico, afectando la estabilidad mental de la persona.

Tradicionalmente, estos trastornos suelen ser tratados con técnicas invasivas que van desde intervenciones farmacológicas hasta terapias capaces de producir dolor. Los resultados al aplicar estos métodos tradicionales son bastante imprecisos y en muchas ocasiones, el paciente experimenta recaídas y remisiones.

Afortunadamente, estos métodos tradicionales han comenzado a ser reemplazados por las innovadoras técnicas de neuromodulación no invasivas. Estos métodos, como explican desde Affidea, emplean las eficaces técnicas de Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva y la estimulación Eléctrica Transcraneal directa. Estas no solo funcionan en el tratamiento de la ansiedad y la depresión, sino en muchas otras patologías psiquiátricas como el síndrome de estrés postraumático, deterioro cognitivo leve/moderado, fibromialgia y secuelas Síndrome post-COVID.

¿En qué consisten ambas técnicas y cómo ayudan en la recuperación de la persona?

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La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) se caracteriza por dar descargas magnéticas que generan corrientes eléctricas intracraneales, mientras que la Estimulación eléctrica Transcraneal directa (tDCS) es solo una corriente eléctrica. Con ello se busca generar efectos de largo plazo y mejorar la excitabilidad y modulación del comportamiento.

Estas técnicas, de acuerdo con numerosos estudios psiquiátricos realizados, son capaces de reequilibrar la actividad desadaptativa y la conectividad funcional entre estructuras cerebrales. Es por ello que también estos métodos pueden perfectamente emplearse en otros trastornos.

Un hecho a destacar es que ambas técnicas se aplican de manera ambulatoria y no requieren de terapias farmacológicas. En efecto, son métodos muy seguros y eficaces y prueba de ello es que han sido avalados por numerosas entidades sanitarias a nivel internacional.

“Pacientes con un alto sufrimiento, como los que padecen depresión o ansiedad crónica, con frecuencia incomprendidos a nivel social y limitados terapéuticamente, cambian radicalmente sus vidas, vuelven a tener ganas de hacer proyectos, ejercicio físico, salir a la calle y relacionarse socialmente sin tener la continua y esclavizante necesidad de asegurarse de que llevan consigo un ansiolítico ‘por si acaso’.” Comentó la doctora Beatrice Alemany, miembro del equipo de Affidea Medicentro Leganés.

¿En qué otros trastornos se han aplicado con éxito estas técnicas basadas en la neuromodulación central?

Inicialmente, ambas técnicas se comenzaron a aplicar sobre todo en personas que padecían de trastorno depresivo mayor. No obstante, y con los resultados obtenidos, se ha ido aplicando a otros padecimientos mentales como es el caso de la ansiedad y el síndrome de estrés postraumático.

Actualmente, se están realizando pruebas investigativas con resultados muy prometedores en padecimientos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la esquizofrenia y el trastorno por consumo de sustancias.

Duración del tratamiento

La aplicación de estos métodos es relativamente rápida (entre 5 a 40 minutos aproximadamente) aunque todo dependerá del padecimiento que se vaya a tratar y su nivel de afectación. “Dependiendo de qué queremos tratar, cómo lo vamos a tratar, tras revisar las últimas publicaciones al respecto sobre la patología de cada paciente y elaborando un protocolo exclusivo para cada uno de ellos.” recalcó la doctora Alemany.