Bien dicen que la sonrisa es nuestra principal carta de presentación, y uno de los elementos más llamativos e importantes del rostro. En este sentido, el cuidado de nuestros dientes se convierte en un aspecto estético fundamental. Pero más allá de ello, tener una buena salud bucal es sinónimo de bienestar y buen estado integral de nuestro organismo. Quienes hemos padecido de un simple dolor de muelas, bien sabremos cuan valioso es tener nuestra boca y dientes en buen estado. Para ello es necesario construir hábitos de higiene diarios y sostenidos en el tiempo, así como visitar con regularidad a un profesional de la salud bucal. Tener un Dentista en Chamberi que te guíe con tu higiene bucal y resuelva los problemas que puedan presentarse, es simplemente fundamental.

Ahora bien, en las próximas líneas pondremos el foco en algunas rutinas diarias, simples y caseras, que si empiezas a practicar de manera regular, te ayudarán a mantener la salud de tus dientes y tu boca. Recuerda que la constancia en el cuidado es la clave de unos dientes fuertes y sanos. ¡Empecemos!

5 rutinas y hábitos para cuidar tus dientes y tu boca

1. El cepillado tres veces por día

Salud dental

Casi todos tenemos interiorizado el hecho de cepillarnos los dientes como un hábito de higiene diaria. Pero la realidad es que no todos lo hacen de la manera correspondiente. En primer lugar, hemos de decir que no es suficiente con cepillarnos solo al levantarnos y antes de dormir. Lo correcto es cepillar nuestros dientes después de cada comida, es decir, unas tres veces por día. Es importante que prestemos atención a la técnica con la que lo hacemos, a que el proceso de cepillado tenga la duración correcta y a que higienicemos también la lengua. Otro aspecto importante es cambiar el cepillo de dientes con regularidad, según la recomendación de tu odontólogo. Si aprendemos a cepillarnos de manera correcta, estaremos evitando enfermedades como la periodontitis o la gingivitis.

2. La importancia de la limpieza interdental

Los buenos hábitos de higiene diaria van mucho más allá del simple cepillado, así que, como te decíamos al inicio del artículo, se trata de un compromiso que debemos estar dispuestos a asumir. Aunque te cepilles muy bien los dientes, el cálculo, el sarro e incluso las caries pueden empezar a desarrollarse en los espacios que dividen a un diente del otro. Esos rincones a los que el cepillo de dientes no puede acceder, son ideales para que se acumulen restos de comida y suciedad. En este sentido, la limpieza interdental es el mejor aliado. Sea con un cepillo interdental, con un irrigador bucal o con el popular hilo dental, debes limpiar también en los espacios que separan a un diente de otro. La opción más conveniente para ti deberá ser indicada por tu dentista de confianza.

3. Utiliza el enjuague bucal

Si ya has aprendido la técnica correcta para cepillar tus dientes, y además has tomado el hábito de hacerte también la limpieza interdental, tendrás casi la totalidad de la higiene bucal que necesitas. Pero hay áreas de la boca a las que ninguna herramienta física puede acceder. En este sentido, la opción más recomendable es cerrar tu rutina de higiene con el enjuague bucal. Al ser líquido, abarca la totalidad de los espacios de tu boca. Además, encuentras enjuagues bucales que se adaptan a diferentes necesidades. Por ejemplo, los hay con funciones de prevención de las caries, con efecto blanqueante o para encías sensibles. El indicado te lo señalará tu dentista en consulta.

4. Cuida tu alimentación

Aunque no lo creas, uno de los aspectos más importantes para mantener en el tiempo tu salud bucal, es aprender a cuidar lo que comes. Los alimentos que consumimos día a día impactan en todos los aspectos de nuestra salud, incluidos nuestros dientes, boca y lengua. Por ejemplo, sabemos que el café y el vino tienden con el tiempo a manchar las piezas dentales. O que los dulces y las bebidas gaseosas generan el clima perfecto para el desarrollo de caries. No se trata de que eliminemos por completo estos alimentos de nuestra dieta, pero si de que regulemos su consumo, y de que extrememos las medidas de higiene una vez que los consumamos.

5. Visita al dentista con regularidad

5 Rutinas para cuidar de tu salud bucodental

Y aunque tomes con seriedad y compromiso estas rutinas, y seas muy cuidadoso con tu salud bucal, esto no implica que puedas despedirte de la visita al dentista. De hecho, deberías una vez cada seis meses, o a lo sumo una vez por año, asistir a consulta. Allí se te hará una limpieza profesional y el dentista también podrá diagnosticar el estado de tu boca y tus piezas dentales. A veces, por más que cuidemos nuestros dientes, no podemos evitar el desarrollo de una caries o algún problema bucal. Entonces es el dentista el profesional que se encargará de resolverlo y de prevenir futuros inconvenientes.