El acné es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición de granos y espinillas u otras afecciones más graves como pueden ser los quistes o nódulos.

Las causas que provocan esta afección cutánea pueden ser muy diferentes. En la pubertad existe una excesiva producción de sebo causando éstas antiestéticas marcas. Otros motivos pueden ser los desarreglos hormonales, sobreinfecciones, el estrés, la menstruación, la ingesta de ciertos medicamentos o el ambiente en el que nos encontremos (contacto con productos químicos, trabajar en sitios de fritura, zonas poco ventiladas…)

A continuación vamos a conocer algunas soluciones para controlar e incluso erradicar esta molesta afección:

Aloe Vera

Aplicaremos la pulpa de la hoja directamente en las zonas con marcas. Su acción antibiótica nos ayudará a controlar la infección y a que la piel realice una buena cicatricación.

Bicarbonato

El bicarbonato actúa de antiséptico y nos ayuda a regular el ph de la piel. Debemos mezclar dicha sustancia con agua, a partes iguales, hasta crear una pasta homogénea que aplicaremos en la zona a tratar, masajeando suavemente con movimientos circulares. Esta exfoliación eliminará el exceso de grasa y las células muertas de la piel mejorando considerablemente su aspecto.

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Limón

Empaparemos un disco de algodón en el jugo de un limón y lo aplicaremos por toda la superficie afectada. Es recomendable realizarlo antes de acostarnos, una vez al día, y aclarar por las mañana. La sensación que notaremos es de tirantez puesto que este fruto posee un efecto secante muy potente que regula la grasa de la piel.

Cáscara de plátano

Sabemos que el plátano tiene importantes propiedades pero, a veces, no somos conscientes de la utilidad que tienen elementos que solemos desechar. Uno de ellos es la cáscara de plátano, que, frotándola en las zonas afectadas por su parte interna, tiene un gran efecto regenerador de la piel y reduce la aparición de espinillas.

Tomate

Aplicar masajeando suavemente una rodaja de tomate por la piel es un tratamiento altamente afectivo para las pieles grasas. Basta con esperar 20 minutos a que haga efecto y, a continuación, aclarar abundantemente con agua preferentemente fría. Su principal efecto es la reducción de poros abiertos y puntos negros.

Avena

La avena está dotada de propiedades astringentes y tiene un importante efecto limpiador de la grasa de la piel. Coceremos este cereal y lo aplicaremos en las zonas irritadas una vez esté la masa fría. Es recomendable empezar haciendo el tratamiento 1 vez por semana y una vez transcurrido un mes, mantenerlo realizándolo una vez cada 15 días.

Aunque, como sabemos, la causa del acné es un exceso de grasa provocado por diferentes causas, en muchos de los casos se prescinde de una buena hidratación de la piel, algo que es importante para tratar correctamente los brotes acnéicos que tantas preocupaciones nos dan. Es importante evitar el contacto con aceite y productos grasos. ¿Has probado los remedios anteriores? ¿Conocías sus propiedades? ¡Cuéntanoslo!