on muchos los agentes que pueden resultar causantes de malestares, lesiones o dolores en nuestro cuerpo. Los músculos y la movilidad de las articulaciones pueden verse afectados por lesiones deportivas, por enfermedades crónicas, accidentes o el deterioro físico natural de la vejez. En este sentido, la fisioterapia es una herramienta muy valiosa, cuyos métodos, técnicas y equipamiento se enfocan en tratar las dolencias del paciente, facilitando su movilidad. Si tienes una patología que pueda ser aliviada con este método, esta clínica de fisioterapia en Valencia cuenta con un equipo de profesionales de primer nivel.
Son muchas las técnicas que pueden combinarse en un tratamiento de fisioterapia, con el objetivo de conseguir los mejores resultados para el paciente. Desde elementos naturales, como el agua o la luz, hasta acciones mecánicas como los masajes, pueden aplicarse en diferentes intensidades para generar alivio. Pero, de la mano con las últimas tendencias en el desarrollo de métodos para aumentar la calidad de vida del paciente, nace la electroterapia, una opción eficaz y con mínimos riesgos, de la que se obtienen resultados muy positivos. Acompáñanos a conocerla.

¿En qué consiste la Electroterapia?

Electricidad para fisioterapia
Si bien es cierto que la Electroterapia viene empleándose como un complemento de los tratamientos de fisioterapia desde hace muchos años, la creación de los elementos conocidos como microprocesadores han cambiado por completo su uso, redimensionando su valor y efectos positivos. La Electroterapia ha pasado a ser una herramienta indispensable en muchos de los tratamientos de fisioterapia, pues permite mejorar el estado del paciente de forma notoria.
Esta técnica consiste en la aplicación de pequeñas dosis de corrientes eléctricas, que estimulan el cuerpo a diferentes niveles, según las necesidades de cada paciente. Con la inclusión de los microprocesadores, es posible aplicar la Electroterapia de forma localizada, precisa y controlada, regulando la intensidad de la corriente. Esto genera como beneficio principal, la reducción de los tiempos de recuperación del paciente.
Para la aplicación correcta de la Electroterapia, el fisioterapeuta ha de tener un profundo conocimiento de la anatomía del cuerpo, así como de los componentes físicos y químicos que pueden incluirse en la terapia, con el fin de acelerar las reacciones curativas en el organismo del paciente. Entre los efectos más notorios de la aplicación de la Electroterapia, destaca la relajación de la musculatura a un nivel profundo, lo que contribuye a disminuir los malestares o dolores asociados a la lesión.

¿Cuáles son los beneficios de la Electroterapia?

Electroterapia

Potente efecto a nivel muscular

Esta es sin duda la ventaja más destacada de la aplicación de un tratamiento que incluya Electroterapia. La estimulación de determinadas zonas del cuerpo con electricidad, contribuye a que los nervios y los músculos vayan perdiendo tensión y relajándose de manera progresiva. Si el fisioterapeuta opta por una estimulación suave, la terapia puede generar un efecto analgésico sutil, que disminuye los dolores y ayuda a que la persona recupere progresivamente la movilidad total de sus músculos.

Carácter antiinflamatorio

La inflamación muscular o tendinitis son motivo frecuente de consulta a los profesionales de la fisioterapia. Estas lesiones pueden ser generadas por sobrecargas musculares, por lo que son muy comunes en deportistas. También se asocian con el envejecimiento, que genera que los tendones del cuerpo vayan perdiendo elasticidad, llegando a degenerarse. En este sentido, la Electroterapia es una muy buena opción para desinflamar las zonas afectadas del paciente.

Este efecto positivo se genera gracias a que la electricidad transmitida al cuerpo del paciente, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos. Esta dilatación genera alivio de las tensiones, disminuye la inflamación y hace que los tejidos que han sido afectados comiencen a recuperarse de manera progresiva.

Equilibra el riego sanguíneo en la zona afectada

El hecho de que un músculo o tendón esté lesionado, generando dolor en el paciente, implica que la circulación de la sangre en la zona ha sido afectada. El cambio en la estructura interna del músculo, que se genera cuando se produce una lesión, impide la oxigenación del área. En este sentido, la Electroterapia es la respuesta más indicada. La transmisión de electricidad al cuerpo del paciente incide de manera directa en la oxigenación de los tejidos afectados. Con esto se evita su atrofia y se acelera el proceso de recuperación.

Valor como agente de prevención

Otro de los beneficios que aporta la Electroterapia, y del que suelen hacer uso frecuente los deportistas, es el factor preventivo. Este método no sólo tiene la cualidad de corregir lesiones, sino también de prevenir que ocurran daños en grupos musculares que están sometidos a grandes niveles de exigencia, o que están sufriendo algún tipo de desgaste vinculado a la edad o a alguna enfermedad.

La Electroterapia aplicada en distintas intensidades, fortalece la musculatura, logrando que siga funcionando a su ritmo habitual. Con esta técnica se fortalecen los tejidos, se tratan luxaciones, esguinces o contusiones de forma efectiva, y se evita la aparición de contracturas en los músculos o de roturas fibrilares que pueden resultar muy dolorosas. Sin duda, se trata de una de las mejores herramientas de la fisioterapia moderna.