Aunque el embarazo es un proceso completamente natural y el cuerpo de las mujeres está preparado para llevarlo a cabo, la verdad es que, durante este proceso, los cambios físicos a corto plazo son evidentes y constante; el cuerpo debe adaptarse para poder nutrir, proteger y permitir el crecimiento del bebé y lo más común es que desencadene en molestias como el dolor de espalda, el dolor pélvico, incontinencia, entre otros.

¡Pero no hay de qué preocuparse! El trabajo conjunto entre el embarazo y la fisioterapia serán la solución ideal para que la mujer pueda disfrutar plenamente de esta nueva etapa, a la vez que cuida su cuerpo y su salud.

Antes que nada, ¿qué es la fisioterapia materna y en qué forma puede ayudar a la mujer?

Características de la fisioterapia materna

En términos generales, la fisioterapia materna es un conjunto de terapias físicas encaminadas a la prevención de alteraciones y complicaciones durante el proceso de gestación, parto y postparto (fisioterapia obstétrica). Estas terapias también se incluyen a lo largo de la lactancia. El objetivo general de la fisioterapia materna es buscar que la mujer disfrute de su embarazo, reduciendo los niveles de molestia e incomodidad.

Frente a lo anterior vale resaltar que con la fisioterapia obstétrica se acompaña a la mujer durante el embarazo, parto y postparto. Con la ayuda de técnicas y ejercicios especiales, se busca minimizar las molestias musculares que pueden ser producidas por el cambio postula o la lumbalgia. Entre los factores a tratar resaltan:

  • Dolor de espalda y de cuello.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Corrección postular.
  • Ejercicios de suelo pélvico y abdominales.
  • Prevención y tratamiento de la incontinencia urinaria.
  • Cómo sostener al bebé adecuadamente.

En el caso de la terapia postparto, se apela por el fortalecimiento de los músculos y recuperar el equilibrio natural del cuerpo. Por eso involucra ejercicios del suelo pélvico (tono y control muscular), traumatología, ejercicios hipopresivos y masajes de bienestar.

Ahora bien, como mencionamos, la lactancia materna también resulta beneficiada con la fisioterapia. Con ella se ofrecen soluciones para que la lactancia deje de ser un proceso dificultoso, sobre todo cuando hay dolor, pérdida de peso u otras complicaciones. Estas son sesiones que duran entre 45 y 50 minutos e incluye una valoración general al bebé.

¿Dónde se realizan las fisioterapias maternas?

Sí estás embarazada y quieres prepararte adecuadamente para este proceso, deberás comunicarte con una clínica en fisioterapia, como lo es Kynesit Fisioterapia, en Raspeig, Alicante.

En kynesit encontrarás un equipo de fisioterapeutas y nutricionistas que realizan sesiones enfocadas en tu bienestar. Aunque cuenta con servicios de fisioterapia deportiva, tratamiento ATM, técnicas osteopáticas, acupuntura y neuromodulación, unos de sus puntos más fuertes son la fisioterapia obstétrica, la pediátrica, de suelo pélvico y de lactancia materna.

Gracias a estos servicios se propende porque las mujeres embarazadas tengan un proceso de parto lo menos dificultoso posible, a través de sesiones completas y centradas en las necesidades individuales de cada una de ellas. Además, se encarga de asegurar el bienestar de los bebés, acompañándolos en el desarrollo psicomotor, el tratamiento del cólico lactante, de patologías respiratorias y alteraciones craneales.

Principales beneficios de la fisioterapia materna, ¡todo lo que debes saber!

Beneficios de la fisioterapia materna

Aunque con los apartados anteriores ya hemos dado algunas pistas sobre las ventajas de la lactancia materna, en esta sección nos concentraremos en aquellos más importantes, así que ¡no te los pierdas!

1. Protección de la salud de la mujer a través de un tratamiento personalizado

Con la fisioterapia, las mujeres inician un plan de tratamiento personalizado que no solo apela a las dolencias y molestias comunes del proceso, sino que parte de las necesidades individuales; de esta manera, la terapia tiene un impacto real en su vida y se adapta bien a las condiciones de su cuerpo y del organismo de su bebé.

2. Mejora de la movilidad y la fuerza

Otro de los grandes beneficios de la fisioterapia materna es la mejora paulatina de la movilidad y fuerza, lo que hace que la mujer pueda adoptar una mejor postura y disminuir así los dolores y las molestias. Este beneficio se extiende a toda su vida cotidiana, no solo al embarazo.

3. Protege y aumenta la salud del suelo pélvico

Este beneficio permite que se fortalezcan los músculos de esta zona del cuerpo, se mantenga el control sobre ellos y, por tanto, se reduzca el riesgo de incontinencia.

4. Reduce el riesgo de la aparición de diabetes gestacional

Por otro lado, al mantener el control sobre el cuerpo y mejorar su salud en general, reduce el riesgo de la aparición de la diabetes gestacional, un padecimiento que tiende a aparecer hacia la mitad del embarazo y que afecta a un porcentaje importante de mujeres.

5. Protege a madre y a bebé

Proteger la salud de la madre implica la protección del feto y, luego, del bebé. En el caso del feto, la fisioterapia propicia una frecuencia cardiaca fetal estable, así como el aumento del líquido amniótico. Luego del nacimiento, se encarga de fortalecer el desarrollo psicomotor y el tratamiento de diferentes patologías.

Así llegamos al final de nuestro artículo sobre los beneficios de la fisioterapia materna, pero no queremos irnos sin preguntarte: ¿conocías este tipo de terapias? ¿ya has puesto en práctica la fisioterapia materna? ¡Te leemos!