El estrés presente en nuestro día a día es un estado que puede terminar perjudicando nuestra salud y nuestra calidad de vida. Hay muchos posibles remedios contra el estrés y, en el artículo de hoy en Salud y Amistad, vamos a prestar especial atención a una serie de sencillos y efectivos ejercicios anti estrés.

Hemos confeccionado esta guía ultra sencilla de ejercicios pensando en el ritmo de vida actual. Hay mucha gente que trabaja sentada en una oficina o en un lugar cerrado, durante largas horas y apenas tiene tiempo para comer y descansar.

Este conjunto de ejercicios pueden realizarse en muy poco tiempo y proporcionan excelentes resultados, de forma que son idóneos para ser realizados durante una breve pausa en el trabajo o según llegamos a casa tras salir de la oficina.

Respiración controlada (2 minutos)

Siéntate en una silla apoyándote sobre el respaldo pero asegurándote de mantener la espalda estirada la espalda. Apoya las manos sobre el escritorio o sobre tus rodillas de forma relajada. Comienza a ser consciente de tu respiración, haciendo lo posible por inspirar por la nariz y expirar por la boca. Concéntrate en la zona de la espalda apoyada sobre el respaldo y procura que la inspiración de aire hinche tu caja torácica, haciendo que tu torso se desplace ligeramente hacia adelante sin perder el contacto con el respaldo de la silla, es decir, hinchando la caja torácica.

Acto seguido, coloca las puntas de los dedos de una de tus manos en la base del pecho donde comienza el abdomen, y concéntrate en hinchar y dilatar la zona durante la inspiración del aire, de nuevo, sin perder el contacto con el respaldo de la silla.

Finalmente, sitúa ambas manos sobre la base de las costillas y concéntrate en aumentar la distancia entre ambas manos al hinchar y dilatar la caja torácica a la altura de las costillas durante la inspiración.

Meditación (1 minuto)

Puede parecer que un minuto es tiempo insuficiente para llevar a cabo un proceso de meditación, pero te sorprenderás de los resultados conforme lo conviertas en un hábito diario e incluso incorpores pequeñas sesiones a lo largo del día. Siéntate en una silla o permanece de pie haciendo lo posible por mantener la espalda recta y la barbilla alienada horizontalmente. Relaja los brazos apoyándolos en posición paralela sobre las rodillas o los costados. Cierra los ojos y relaja tu rostro. Durante el próximo minuto concéntrate únicamente en tu respiración, presta atención al sonido de tu respiración y el movimiento de tu caja torácica durante la misma. Es muy posible que te distraigas durante unos segundos comenzando a pensar en otra cosa pero, tan pronto como te percates, vuelve a concentrarte en la respiración. Pasado ese minuto y conforme conviertas este ejercicio en un hábito comenzarás a percatarte de los beneficios de esta técnica para tu estado de ánimo y rendimiento.

Sigue leyendo nuestra guía súper rápida de ejercicios anti- estrés.

Imagen: Alice Popkorn