En el artículo anterior vimos algunos errores de primeros auxilios muy comunes que pueden ser muy peligrosos. Además, explicamos cómo debían tratarse de manera adecuada. Concretamente, hablamos de cómo tratar torceduras, roturas y quemaduras y qué hacer cuando se produce sangrado nasal.

En esta ocasión, veremos otra serie de errores que suelen cometerse y también explicaremos cómo hacerlo bien.

Es un error quitar una gasa de una herida sangrante

Si la gasa se empapa no hay que retirarla y sustituirla, sino colocar otra encima. La coagulación que se produce con la sangre ayudan a detener el sangrado. Pero si retiras la gasa, se elimina todo el avance, y la herida sangrará más.

Para detener el sangrado cuando hay una herida, aplica una gasa encima y presiona ligeramente para ayudar a que se detenga. Cuando deje de sangrar, enjuaga la herida con agua tibia y jabón neutro (o solo agua) para prevenir la infección. En algunos casos conviene aplicar una crema antibiótica. Después, si fuera necesario, se puede vendar la herida.

En cualquier caso, las heridas deberían ser tratadas por personal sanitario.

Es un error tratar de retirar restos en un ojo lesionado

Si te ha saltado algo al ojo, o le ha ocurrido a alguien, no permitas que nadie retire lo que se haya introducido. La recuperación de lo que sea que se ha acoplado al ojo puede irritar más y empeorar la herida, e incluso provocar un daño permanente. Lo que hay que hacer es ir a urgencias.

En el caso de que lo que se haya introducido en el ojo sea un producto químico, lo que hay que hacer es lavarlo con agua de manera suave durante 15 minutos. Si estás solo, luego debes llamar a urgencias y preguntar qué debes hacer. Si hay alguien más, puede aprovechar para llamar mientras el perjudicado se lava el ojo.

Es un error no buscar atención después de un accidente

Si has sufrido un accidente de coche, de moto o te has caído de la bici o patinando, aunque no parezca grave, debes acudir al médico. Inicialmente, puede que te encuentres bien. Eso es un proceso fisiológico en el que está involucrada la segregación de adrenalina, que luchará por enmascarar el dolor. Pero, aunque el golpe no te parezca grave, puede haber lesiones cervicales, hemorragias cerebrales, otras hemorragias internas o incluso alguna rotura ósea. Hacerse el valiente no te va a servir de nada, y puede salirte muy caro.

La importancia de actuar de manera adecuada

Actuar de manera adecuada es fundamental para prevenir problemas mayores. Aunque, ante la duda, es mejor no hacer nada, es muy difícil quedarse parado. Por eso es importante que llames a un teléfono de urgencias si te encuentras ante un situación que te desborde. Y no olvides que aprender a actuar puede ayudar a prevenir problemas graves, e incluso a salvar vidas.