En el artículo anterior vimos algunos nutrientes que nos ayudan a proteger la piel del daño solar y en qué alimentos encontrarlos.

A continuación veremos otra serie de nutrientes que, además de ayudarnos a mantener una excelente salud general, nos protegen de los rayos UV y nos ayudan a prevenir problemas en la piel, incluidas manchas, arrugas y cáncer de piel.

Ácidos grasos Omega-3

Los ácidos grasos Omega-3 aseguran que las células funcionen correctamente y son esenciales para una dieta saludable. Además, también reducen el riesgo de padecer cáncer de piel.

Los estudios en animales han demostrado que los ácidos grasos Omega-3 previenen los cambios cancerosos que se produzcan en la piel después su exposición a los rayos UV, incluyendo el crecimiento y la diseminación de los tumores.

El cuerpo no produce los ácidos grasos Omega-3, por lo que es importante incorporarlos en la dieta. Algunas fuentes saludables de los ácidos grasos omega-3 son las nueces, las legumbres, las espinacas, la lechuga, los aceites vegetales, el aguacate y las semillas de lino.

 Galato de epigalocatequina (EGCG)

El EGCG es uno de los antioxidantes más poderosos del planeta, presente en el té verde, que es también una fuente rica  de vitaminas C y E. Múltiples estudios han atestiguado que el té verde puede reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de piel. De hecho, un estudio mostró que las personas que consumían una taza de té verde al día, junto con una dieta mediterránea, tenían menor incidencia de melanoma que los que no consumen té verde.

Proantocianidinas

Las proantocianidinas son un grupo de compuestos conocidos por su propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias. Han demostrado tener efectos anticáncer de piel. Las proantocianidinas están presentes en el extracto de semilla de uva, y pueden promover la elasticidad de los tejidos. Las proantocianidinas también fortalecen los vasos sanguíneos y ayudan a reponer las células aportando oxígeno.

Una investigación publicada en la revista BMC Complementary and Alternative Medicine informa que las proantocianidinas de la semilla de uva pueden ayudar a prevenir que las células de cáncer de la piel escamosa puedan invadir las células no cancerosas saludables.

Las proantocianidinas se encuentran en el té, los arándanos, las uvas y los vinos tintos.

Astaxantina

La astaxantina es un potente antioxidante a base de algas. Los antioxidantes vienen directamente de las algas que éstas suan para protegerse de los rayos UV cada vez que su hábitat se seca. Se ha demostrado en repetidas ocasiones que es eficaz para combatir todos los signos reveladores de daños del sol en la piel, incluyendo manchas oscuras, quemaduras de sol, arrugas, líneas finas y cáncer de piel.

Los investigadores están explorando la astaxantina como una opción de protector solar debido a sus propiedades de absorción de la luz ultravioleta. Los estudios en humanos han demostrado que el consumo de 6 miligramos de astaxantina al día durante seis a ocho semanas puede reducir significativamente las patas de gallo y el tamaño de las manchas de envejecimiento al tiempo que mejora la elasticidad de la piel y su textura.

Luteína

La luteína se clasifica como un carotenoide, que es un grupo de antioxidantes poderosos. Este compuesto de color amarillo ayuda a proteger tanto a los ojos y la piel de los rayos UV. Las altas concentraciones de luteína se pueden encontrar en verduras de hoja verde oscuro, incluyendo la espinaca, la col rizada, los guisantes y brócoli.

En el siguiente artículo seguiremos viendo otros nutrientes importantes para proteger la piel del daño solar.