La transpiración excesiva es un problema que afecta a buena parte de la población (2-3% en los países desarrollados) y que puede afectar a la calidad de vida, las relaciones interpersonales, el desempeño profesional y, en general, nuestra imagen personal. Entender en qué consiste la transpiración excesiva y cuáles son sus causas es el paso fundamental para encontrar solución al problema.

En primer lugar debe tenerse en cuenta que la sudoración es un proceso normal de nuestro organismo, a través del cual nuestras glándulas sudoríparas segregan sudor, una secreción que es un 95% agua junto con electrolitos. El principal propósito del sudor es regular la temperatura corporal. Por ese motivo, la transpiración ocurre más a menudo cuando nos encontramos en un ambiente especialmente caluroso o realizamos un ejercicio físico intenso que calienta nuestros músculos. No obstante, la sudoración normal también tiene lugar cuando se nos somete a cierto estrés y se experimenta algún tipo de emoción intensa.

Este tipo de sudoración o transpiración es normal. Ahora bien, en determinados sujetos se produce un fenómeno de transpiración excesiva, que puede llegar a resultar molesto o incómodo para el que la sufre, tanto desde el punto de vista práctico como emocional. El aspecto estético acompañado del olor corporal pueden dificultar el día a día de estas personas. Hay distintos tipos y causas de sudoración excesiva:

Hiperidrosis primaria o idopática

La hiperidrosis primaria es el tipo de transpiración excesiva de la que no se conocen con precisión sus causas. En general cualquier tipo de transpiración excesiva puede ser generalizada –también denominada sistémica- cuando tiene lugar sobre toda la superficie del cuerpo o bien localizada –cuando se concentra en las zonas más habituales, que suelen ser las axilas, las plantas de las manos y los pies, las mamas, el púbis y la frente. Las personas que sufren de hiperidrosis primaria tienen unas glándulas sudoríparas especialmente activas y se cree que puede deberse a una alteración del sistema nervioso.

Hiperidrosis secundaria o patológica

Este concepto abarca los casos de transpiración excesiva, que tiene lugar con motivo de algún tipo de enfermedad. En estos casos la transpiración excesiva de manifiesta como un síntoma de una causa médica. Existen un gran número de dolencias que generan este tipo de sudoración excesiva. Algunas de los más destacadas:

  • Ansiedad crónica.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Infecciones que llevan aparejada fiebre.
  • Hipertiroidismo.
  • Determinados tipos de cáncer.

La cura o tratamiento de este tipo de enfermedades suele, además, revertir el problema o eliminarlo por completo.

Sudores nocturnos

Este tipo de fenómeno no es en sí una categoría médica dado que puede tener lugar como consecuencia de las enfermedades que hemos expuesto anteriormente, además de por la menopausia o, sencillamente, por un excesivo abrigo en la cama o calor dentro de la habitación en la que durmamos. No obstante, creemos necesario destacar los sudores nocturnos por separado dado que, si tienen lugar de forma recurrente sin estar relacionados con la menopausia o el calor de la habitación, es recomendable la consulta con un médico.

Imagen: Kullez