En el artículo anterior hablamos sobre los principales aportes nutricionales de la leche y planteamos la duda sobre si realmente la leche es un alimento básico en la alimentación o no. De hecho, comentamos que solo en América y Europa la leche es un alimento fundamental.
Puesto que es un motivo actual de debate, a continuación vamos a analizar, uno por uno, los beneficios de la leche para la salud.
La leche es buena para la salud de los huesos, pero con ayuda
Todo el mundo ha oído que la leche es bueno para los huesos, ya que es una buena fuente de calcio y también aporta algo de vitamina D. Sin embargo, la vitamina D que aporta la leche no es suficiente para prevenir la osteoporosis en relación a la cantidad de calcio que aporta.
Por lo tanto, habría que prestar atención a la ingesta de vitamina D. De hecho, existen preparados lácteos enriquecidos con esta vitamina pensados para favorecer la salud ósea.
Además, es importante tener en cuenta que para favorecer la salud de los huesos y prevenir la osteoporisis es importante también realizar ejercicio físico de manera regular, no fumar, tomar una dieta baja en sodio y alta en potasio.
La leche favorece la salud del cerebro
Un gurpo de investigadores de la Universidad de Kansas encontró que consumir más lácteos se asociaba con una mayor cantidad en el cerebro de un potente antioxidante llamado glutatión en las personas mayores. Las personas que tomaron tres raciones de leche y lácteos al día tenían niveles de antioxidantes que eran aproximadamente un 30% mayor en comparación con los adultos que tomaron menos de la mitad de una porción.
La leche favorece la salud del corazón y ayuda regular la presión arterial
Según los expertos, un aumento en la ingesta de potasio junto con una disminución en la ingesta de sodio es el cambio en la dieta más importante que una persona puede hacer para reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular. En un estudio, las personas que consumieron 4.069 mg de potasio por día tenían un riesgo un 49% menor de muerte por enfermedad isquémica del corazón en comparación con aquellos que consumían menos de potasio (aproximadamente 1000 mg por día).
Sin embargo, un porcentaje muy bajo de la población consume suficiente potasio en su dieta. Las verduras de hoja verde, como la espinaca y la col rizada, son las mejores fuentes de potasio, junto con los cítricos, los plátanos, los tomates, las ciruelas pasas y los productos lácteos, como la leche y el yogur.
La leche ayuda a prevenir y tratar la depresión
Los niveles adecuados de vitamina D favorecen la producción de serotonina, una hormona asociada con el estado de ánimo, el apetito y el sueño. La deficiencia de vitamina D se ha asociado con la depresión, la fatiga crónica y el síndrome premenstrual.
La leche ayuda a la formación del músculo y pérdida de peso
La leche es una fuente natural de proteína de alta calidad. El mantenimiento de una buena cantidad de músculo es importante para favorecer el metabolismo y contribuir a la pérdida de peso, así como para mantener un peso adecuado.
Las proteínas lácteas apoyar el crecimiento muscular y la reparación de los músculos. Un análisis reciente de más de 20 ensayos clínicos sugiere que un mayor consumo de leche puede aumentar la masa muscular y la fuerza en el ejercicio de resistencia, tanto en adultos jóvenes y como en personas mayores.
En el siguiente artículo analizaremos algunos aspectos que podrían considerarse como factores en contra del consumo de leche. De hecho, cada vez son más las voces que se alzan desaconsejando el consumo de este producto.
Imágenes – amagill, thesaleswhisperer