¿Te duele la espalda y no sabes por qué? En este artículo te vamos a contar algunas de las razones que pueden justificar tu dolor de espalda. En algunos casos bastará con que cambies algunos hábitos o que incorpores alguna modificación en tu día a día. En otros casos, ese dolor puede ayudarte a descubrir algún problema mayor que requiere tratamiento médico.

La espalda puede doler por mucho motivos: estrés, mala postura, sobrecarga, etc. Sin embargo, un dolor de espalda puede surgir por otros motivos. Entre ellos, destacan los siguientes:

Usas tacones muy altos

¿Por qué será que los tacones, cuanto más bonitos son, más dañinos resultan? Además de provocarte problemas óseos y musculares de todo tipo y aumentar dramáticamente el riesgo de caerte, los tacones provocan dolor de espalda. Esto se debe a que obligan a desplazar el centro de gravedad, por lo que se modifica la postura, generando más tensión y estrés muscular.

Pantalones demasiado apretados

¿Sabías que llevar pantalones demasiado ceñidos y apretados puede provocar dolor de espalda?  La ropa demasiado ajustada constriñe el cuerpo, lo que limita su rango de movimiento, de modo que puede obligar a forzar la espalda, el cuello y los hombros.

Problemas gastrointestinales

Un estudio encontró que alrededor del 31% de mujeres y el 25% de los hombres que sufren de dolor de espalda también tenían problemas gastrointestinales, como dolor abdominal o intolerancia alimentaria.

El vínculo entre la nutrición y el dolor de espalda se debe a la inflamación. Los alimentos altos en grasa y azúcar provocan inflamación en todo el cuerpo, incluyendo la espalda baja. 

Estar sentado mucho tiempo

Independientemente de la postura, el sedentarismo está ligado al dolor de espalda, incluso si te sientas bien. De hecho, la inactividad es una de las cosas más perjudiciales que puedes hacer por tu cuerpo, porque los músculos se acostumbran a estar en esa posición sentada y se contraen.

Deshidratación

Los huesos de la columna vertebral tienen discos entre ellos. Cada uno contiene una sustancia gelatinosa que es el 90% de agua. Tu cuerpo necesita un flujo constante de líquido que ayude a mantener intacta esa amortiguación. Cuando el cuerpo carece de hidratación, esos discos se vuelven más planos y menos acolchados, lo que puede provocar dolor.

Fumar

Un estudio reciente encontró que los fumadores tienen tres veces más probabilidades que los no fumadores de desarrollar dolor de espalda crónico. Esto se debe a que fumar afecta a la forma en que el cerebro responde al dolor de espalda. Según los investigadores, parece que fumar hace que los individuos sean menos resistentes a un episodio de dolor.

En este sentido, los fumadores que dejaron de fumar durante el período de estudio experimentaron una disminución del dolor crónico. Estudios anteriores encontraron que fumar puede dañar el tejido en la espalda baja al disminuir la circulación, lo que reduce el flujo de nutrientes a los músculos traseros.

Infección del tracto urinario

El dolor  en la espalda inferior y superior o los dolores agudos a los lados pueden ser un signo de que una infección del tracto urinario se ha extendido a los riñones. Si también notas una mayor necesidad de orinar o dolor al orinar, consulta inmediatamente con tu médico.

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