Muchos personas son conscientes de lo que tienes que hacer para perder peso y adelgazar, y lo que deben hacer para mantener un peso saludable. Otras, sin embargo, encuentran su principal dificultad para adelgazar en sus propios pensamientos. Incluso aunque estén motivadas para adelgazar, en su mente rondan ideas tóxicas que pueden más que todo lo demás.

A continuación veremos cuáles son esos pensamientos tóxicos que te lo pueden poner muy difícil a la hora de perder peso y cómo conseguir limpiarlos y depurarlos.

Comer alimentos alimentos saludables es una tarea que requiere mucho esfuerzo

Para muchas personas, comer sano es sinónimo de hacer comidas complicadas, gastarse más dinero, emplear mucho tiempo y no disfrutar con la comida. Pero nada más lejos de la verdad.

Puedes comer sano invirtiendo la misma cantidad de tiempo y dinero y sin necesidad de comer soso o menos rico. De hecho, muchas veces basta con hacer el esfuerzo de cambiar algunos ingredientes o incorporar algunos elementos a la dieta, como ensaladas verdes y vegetales crudos.

Los alimentos saludables no sacian el hambre

Evidentemente, un filete a la plancha con una patata cocida no llena el estómago de nade. Sin embargo, existen muchos alimentos saludables y con un gran poder saciante que pueden satisfacer tus ganas de comer.

Por otra parte, hay muchos platos que son igual de saciantes si se cocinan sano que si se cocinan menos sano. Por ejemplo, guisar las lentejas con verduras es igual de saciante que guisarla con chorizo y mucho más saludable. Y si las preparas bien están deliciosas.

Comer me hace feliz

Para muchas personas comer es una forma de disfrutar. La buena noticia es que comer sano te hace más feliz, aunque muchos no lo saben porque no lo han probado. De hecho, te hace más feliz, porque no te hace sentir tan culpable cuando te das cuenta de que has comido más grasas y azúcares de la cuenta.

No tengo tiempo suficiente para cocinar sano

Pocos platos se tardan tan poco en preparar como una ensalada, que es bien saludable y puede resultar deliciosa. De hecho, muchos platos se tardan el mismo tiempo en preparar en su versión sana que en otras versiones hipercalóricas.

Es muy difícil ser diferente

La presión social y la herencia cultural son algunos de los obstáculos más difíciles de superar en lo que a comer sano se refiere. Por si no fuera suficientemente difícil cambiar los hábitos alimenticios, muchas veces hay que enfrentarse a las críticas y presiones del entorno. Esto se debe a que mucha gente necesita la aprobación de los demás porque no se sienten seguros de lo que hacen y piensan. Reafirmarte a ti mismo es el primer paso para superar esta adicción al qué dirán y las opiniones de otros.

 

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